¿Cuáles son los principales desafíos para mejorar la provisión de bienes y servicios que impactan en el bienestar de la sociedad en tu ciudad?
Personalmente creo que es necesario contar con mecanismos de contratación que garanticen la idoneidad de los colaboradores y proveedores de bienes y servicios, y la transparencia en los procedimientos de contrataciones y adquisiciones que es una base fundamental en la gestión pública. Además es necesario contar con indicadores robustos y sólidamente estructurados que permitan una adecuada medición y producción de datos y estadísticas que permitan evaluar la calidad de las prestaciones- que, además sean abiertas al público y difundidas a la ciudadanía de forma activa. Estos indicadores, además,deben estar asociados a un esquema de incentivos a través de premios y sanciones que garanticen y contribuyan a una mayor eficacia y eficiencia en la gestión pública y, principalmente, los servicios públicos.
Muchas de estas cuestiones han sido exitosamente incorporadas en la Ciudad, especialmente lo relativo a las pautas de transparencia activa que surgen de la Ley N° 104, que prescribe la difusión y publicidad de manera proactiva por parte del Estado y no únicamente como respuesta a pedido de parte, así como los indicadores públicos de gestión que fueron implementados mediante la Plataforma Integral de Gestión (PIG).
Es necesario seguir profundizando este camino y tender a mejores criterios de idoneidad y probidad, no sólo para los bienes y servicios tercerizados, sino también para las contrataciones del personal, así como los servicios directamente provistos por el Estado.
A modo de resumen, más transparencia, indicadores sólidos y mejores esquemas de premios y sanciones son, a mi criterio, las piedras basales del camino hacia el bienestar de la sociedad.
¿De qué manera crees que se puede mejorar la convivencia urbana?
Las necesidades, elecciones, formas de pensar e intereses de cualquier ciudadanía en cualquier contexto urbano son diversos y plurales. La convivencia pacífica y celebratoria de la diversidad es clave para asegurar una sociedad de bienestar. Para ello son esenciales el diálogo permanente entre los tomadores de decisiones y los efectores del sector público con
los vecinos. Ello, lógicamente, acompañado de políticas públicas que activamente promocionen la tolerancia, así como instancias y espacios de encuentro.
Ejemplos claros son áreas que promuevan los derechos del colectivo LGBTIQ+, así como las que promocionan y celebran a todas las colectividades que coexisten dentro de un mismo contexto urbano. Sin dudas, también aquellas áreas abocadas específicamente a la accesibilidad y remoción de las barreras que obstaculizan el pleno goce de los derechos de las personas con discapacidad cumplen un rol vital para la convivencia urbana.
Pensando en largo plazo, ¿cómo te imaginás que deberían ser las ciudades para garantizar oportunidades de desarrollo de las próximas generaciones?
Así como la tecnología avanza a pasos y ritmos acelerados, la gestión pública debe acompañar este ritmo y estar siempre a la vanguardia. Nuevas herramientas como la Inteligencia Artificial, Internet of Things, entre otras, representan grandes oportunidades para dinamizar y hacer más eficiente el actuar del Estado y satisfacer, de la manera más ágil, simple y rápida posible, las necesidades de los vecinos, pensando en las próximas generaciones, que serán cada vez más tecnológicas y exigentes en materia de agilidad.
Las ciudades del futuro que imagino son aquellas en las que no existen trámites engorrosos, difundidos entre infinitas áreas que se solapan entre sí, sino respuestas rápidas, en muchos casos automatizadas o instrumentadas mediante las herramientas que antes mencionaba, centralizadas en una sola aplicación o modo de contacto que simplifique la experiencia del usuario- en este caso, el vecino. Es un gran desafío pensar las ciudades bajo la lente de la “experiencia del usuario” y diseñar todo lo que debe gestionarse a través de las autoridades pensando en la mejor experiencia posible para el vecino (partidas, trámites, etc.). La Ciudad de Buenos Aires ha avanzado significativamente en ese sentido, haciendo electrónicas las licitaciones y concesiones, implementando la ventanilla única y el TAD, el Boti, entre otras experiencias que han sido muy favorablemente acogidas por los vecinos.
Otro punto importante pensando en las ciudades del futuro es pensar en el acceso a la energía renovable en contextos urbanos, bajo criterios de generación distribuida aprovechando la infraestructura existente y disponible. Lo mismo en relación con la movilidad sustentable. Las ciudades son los principales actores en materia de cambio climático y pueden hacer mucho para brindar incentivos y moldear el futuro de forma sustentable. Por ejemplo, la posibilidad de simplificar los trámites y brindar incentivos económicos para la colocación de paneles solares y/o estaciones de carga para vehículos híbridos o eléctricos, además, por supuesto, de continuar invirtiendo en transporte público eléctrico y energía verde en edificios públicos.